—Si el sendero se pone cuesta arriba, ¿qué haces? —ella lo acalló mientras decía eso.
—Pues lo subo. Sin pensarlo.
—¿Aunque cueste?
—Aunque cueste —afirmó.
Así simplemente sintieron Camila y Ladislao el amor del uno por el otro.
En esta novela se unen dos historias simples y complejas; dos historias lejanas en el tiempo y actualizadas. Dos hombres y dos mujeres van a ir sincronizados, cada uno de ellos formando una pareja, en dos unidades simétricas pero fundamentalmente únicas.
Lo divino y lo prodigioso nunca tienen lógica, pero sí un sentido: la imaginación, los sueños, la posibilidad de ser mejores y atreverse a tan solo amar.