¿Te has preguntado alguna vez cuántas personas no amanecieron vivas hoy? Millones…, ¿cierto? Es decir, eres privilegiado. Esa gran verdad debe permitirte advertir lo simple y corta que es la vida, por lo que deberías procurar disfrutarla saboreando cada una de las maravillas que encuentres en tu camino diariamente.
Si pudieras descubrir que siempre que malgastas tu tiempo en cosas superficiales pierdes la oportunidad de ser feliz, te empeñarías en aprovechar cada minuto de vida, haciendo un esfuerzo para vivir y crecer bajo el sol, porque te darías cuenta de que cada minuto perdido es un desgaste de la existencia.
Es hora de que entiendas que la felicidad está a tu alcance y que es posible que retomes tu vida e inicies un estilo más profundo, viviendo desde adentro hacia afuera, dándole la debida importancia a cada cosa y, en especial, a cada pequeño detalle que con frecuencia se cruza en tu senda, con el único objetivo de acercarte más a ese anhelo que vive en lo más íntimo de tu ser.
Lo que hagas y cómo vivas tu vida hoy es tu responsabilidad. El aquí y ahora es lo único que realmente te pertenece. Tú decides.