¿Qué tienen en común tres mujeres desconocidas, que son de diferentes continentes, clases sociales y transitan diferentes experiencias de vida? ¿Puede ser una niña el lazo que las una alguna vez y mitigue de alguna forma el dolor de la soledad?
La sangre no manda es una obra impregnada de abandonos, exilios y destierros, donde el destino juega un papel mágico e ineludible. En este enigmático relato, las mujeres emergen como pilares de fortaleza y sostén en medio de circunstancias extremas. El destino, con su toque sobrenatural, teje un intrincado tapiz que desafía el caos transgeneracional.