Resumen

Como espectadores solemos ponernos del lado del más débil. De aquel que menos chance tiene de triunfar, de aquel a quien más le cuesta. Queremos que David le pegue el hondazo a Goliat, que el Alcorcón golee al Real Madrid, que Jamie Lee Curtis se escape de Michael Myers en “Halloween”. En el caso de este libro, los protagonistas de sus historias son entrañables perdedores que también quisiéramos que se sobrepongan a las adversidades, que la vida les dé un respiro… pero, por lo general, están destinados al fracaso. Lo intentan, ¿eh? Hacen lo poco o mucho que esté a su alcance para tratar de sacar la cabeza de abajo del agua, aunque sepan que igual van a ahogarse, y es ahí donde está la belleza entre tanta sordidez. La violencia, la frustración y el humor son el común denominador de estos relatos breves pero profundos, como faca de preso. Son Tarantino, Bukowski y “La pistola desnuda” condensados en un libro de una narración única que cuenta como gran virtud la simpleza y su voz honesta: nos hacemos parte de las desventuras de estos personajes que, si algo les sobra además de su desdicha, es corazón. Negro, deforme, pisoteado tal vez, pero corazón al fin. Tomás Hernández (redactor de y crítico de cine).