Tejiendo amores habla sobre una mujer tejedora a la que se le encarga una manta en plena pandemia. A medida que avanza en el proyecto, entrelaza historias de su pasado y presente, haciendo analogías con las tramas del tejido. Ana, la protagonista, bucea entre recuerdos propios y ajenos, sobre situaciones cotidianas, descubriendo así que las historias de su clan se repetían, que todo está estrechamente ligado al otro, a otros.
Esta novela habla del amor, de la maternidad, del machismo, del aborto, de los mandatos impuestos y autoimpuestos, de la amistad, de la fraternidad, de la paternidad, de las uniones de apuro amor, de la muerte repentina, del abandono, del rechazo, del desamor, de la vergüenza, del dolor, de la violencia de género, de los vicios, de la exclusión, de la autoestima, del trabajo, de la religión y las creencias, de los saberes heredados... En fin, es una obra que habla sobre la vida misma, con un léxico que deja entrever su regionalismo, a través de extractos de temas folklóricos, con palabras de origen quechua, como así también con otras que denotan su impronta latinoamericana.