La vida a veces se hace vulgar y rutinaria, más cuando pensamos que nada ya nos puede conmover, creo en ese momento somos más vulnerables. Estamos llenos de prioridades que parecen un permanente desafío, a nuestro ser, a nuestra inteligencia, a nuestro valor, pero… solo logran esclavizarnos aun más de lo que podemos resistir. Mientras el mundo, se plaga de voces que piden y de pocos oídos que escuchan. “La mujer de los silencios” es la voz de alguien fuerte, que se debió enfrentar a una vida que le permitió pocas opciones y tuvo que resistir aun más de lo que su voluntad podía. El dolor, la angustia la vergüenza y sobre todo, la impotencia. Cuando un sentimiento es arrasado por el egoísmo es muy difícil, volver a confiar… Todo es como el reflejo de algo que brota en la piel. Es difícil cambiar la mirada, sentir los aromas de manera diferente, la acidez con que están hechos los días y las noches se nos han impregna en los poros de la piel. Desconfiar: no sé si es temor a arriesgar o… es que en verdad, quedamos vacios y no hay más nada, solo imágenes oscuras y llenas de decepción. Este libro no es más que un momento para reflexionar sobre lo breve que puede ser nuestra vida… para algunos y lo interminable y tediosa para muchos otros. Magdalena: admiro cada silencio de esta mujer, porque es un culto a la sabiduría a la grandeza y sobre todo la paciencia.